sábado, 30 de septiembre de 2023

XXVI Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A

 XXVI Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mt 21, 28-32) – octubre 1, 2023



Hoy, el evangelio interpela nuestra congruencia y cuestiona nuestra confianza en el proyecto del Reino de Dios, que nos anuncia Jesús:

Evangelio según san Mateo 21, 28-32

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. Él le contestó: 'Ya voy, señor', pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: 'No quiero ir', pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?" Ellos le respondieron: "El segundo".

Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas, sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él''.

Reflexión:

¿Qué tan congruente soy “haciendo la voluntad del Padre”?

Ser una persona congruente es cuando no hay contradicción entre lo que uno dice (anuncia, promueve, pregona) y lo que hace al respecto. Hoy la pregunta que respondemos cada uno es: “¿cuál de los dos hace la voluntad del Padre?”.

San Ignacio de Loyola, en sus Ejercicios Espirituales [EE 153-155 ], también habla de esta congruencia, en cuanto al seguimiento de Jesús, en los tipos de personas que dicen seguir a Jesús:

§  El primer: quiere seguirlo, pero no pone medios (incongruente)

§  El segundo: quiere, pero, que se haga como él quiere (conveniencia)

§  El tercero: quiere, y en efecto se da a la tarea de hacerlo (congruente)

Por una parte, si escuchamos, entendemos y aceptamos la Buena Noticia y seguimos a Jesús en nuestra vida, estaremos colaborando en la construcción del reinado del amor entre nosotros: en la familia, en la colonia, en el estado y en el país… por la otra, a quienes Jesús pone de ejemplo (publicanos y prostitutas), reciben la gracia del perdón, la aprovechan y “reconociendo sus fallos (pecados), se arrepienten y cambian de vida”, para bien, propio y de la comunidad.

El pasado fin de semana fue el #DiálogoNacionalPorLaPaz, donde nos reunimos 1300 personas de todos los estados de la República, de diversos sectores, organizaciones y credos religiosos; surgió un a Acuerdo Ciudadano por la Paz … para trabajar en la Red Nacional por la Paz (https://sumaxlapaz.mx/) … dijimos que si lo haremos (en casa, el trabajo, en grupos, en la colonia, la ciudad, etc.) … nuestras acciones concretas mostrarán la congruencia al decir que si trabajaremos en la viña del Señor, nuestro México.

¿Cuál es la “voluntad del Padre”, que rezamos en el Padrenuestro?... ¿Cómo podría colaborar en construcción de la Paz?... ¿Es mi congruencia para el Bien Común?

 

Alfredo Aguilar Pelayo

alfredo@ccrrsj.org
#RecursosParaVivirMejor
www.ccrrsj.org


(esta reflexión se publica en https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP)

 

sábado, 23 de septiembre de 2023

XXV Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A

 XXV Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mt 20,1-16) – septiembre 24, 2023



Leemos este domingo acerca de la escencia y el para qué del ser humano en esta vida terrenal, con sus conflictos y esperanzas, hacia una vida plena y eterna … 

Evangelio según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.

Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: '¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?' Ellos le respondieron: 'Porque nadie nos ha contratado'. Él les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'.

Al atardecer, el dueño de la viña dijo a su administrador: 'Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros'. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.

Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: 'Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor'.

Pero él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?'

De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos''.

Reflexión:

¿Cómo puedo colaborar a construir la paz?

El pasado 21 de septiembre se celebró una vez más el “Día Internacional de la Paz”, que la Asamblea General de la ONU ha establecido desde el 2001, con la finalidad de fortalecer los ideales de la paz tanto entre todas las naciones y todos los pueblos como entre los miembros de cada uno de ellos; en la ciudad de Puebla, México se llevó al cabo (del 21 al 23 /09) el Dialogo Nacional por la Paz (https://dialogonacionalporlapaz.org.mx/) … y ¿qué tiene que ver esto con el Evangelio?

Pues que la Buena Noticia de Jesús (Evangelio), lo que nos propone y muestra es cómo vivir bien, personal y comunitariamente; situación que parece no logramos alcanzar como humanidad: siempre en conflicto, en guerra, física e ideológica… el mensaje de Jesús nos ofrece el camino posible para caminar hacia ese anhelo, el cual es promesa y tarea. Primero necesito conocer su propuesta y luego construirla, lo cual es un trabajo artesanal, tanto de cada uno, como de la sociedad.

Conocer a Jesús y su propuesta, es, en palabras del profeta Isaías (Is 55, 6-9): “buscar al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino y el criminal sus planes” … necesitamos reaprender y cambiar la manera de vivir y relacionarnos entre nosotros, pensar de otra manera: “mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, sus caminos no son mis caminos, dice el Señor”.

Para dar fruto y vivir bien, tenemos que ponernos las “pilas”, “chambear”, “hacerle caso” a Jesús, que solo quiere nuestro bien. Él nos invita hoy (siempre lo ha hecho) a trabajar para hacer presente el Reinado de su Padre, que es amor (ágape) y cuyos frutos son la fraternidad, justicia y paz, en nuestro interior, en nuestra familia, en mi colonia, en mi ciudad …

Nunca es tarde, hoy Jesús nos pregunta '¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?', habrá que responder y ponerlo en práctica, desde la trinchera y el lugar de cada uno, unidos, juntos, sin envidia … hay que colaborar, contribuir, con lo que “tenemos y podemos” … Como dice el dicho: “si no soy yo, ¿quién?; si no es ahora ¿cuándo?” … Es ahora el tiempo para que el #DiálogoNaconalPorLaPaz se fortalezca con nuestra aportación diaria y así, pronto de los frutos en todo México: PAZ.

¿Quiero trabajar por la justicia y paz?... ¿Me quedaré de espectador?… ¿Cómo puedo hacerlo, haciendo sinergia con otras personas y grupos?

Alfredo Aguilar Pelayo

alfredo@ccrrsj.org
#RecursosParaVivirMejor
www.ccrrsj.org


(esta reflexión se publica en https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP)


sábado, 16 de septiembre de 2023

XXIV Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A

 XXIV Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mt 18, 21-35) – septiembre 17, 2023



Este domingo las lecturas nos recuerdan con que actitud podemos mantener sanas nuestras relaciones interpersonales, para que se haga presente el Reino de Dios entre nosotros …

Evangelio según san Mateo 18, 20-35

En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?" Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete".

Entonces Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda.

Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: 'Págame lo que me debes'. El compañero se le arrodilló y le rogaba: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.

Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: 'Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?' Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía.

Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su hermano''.

Reflexión:

¿Porqué necesito ser perdonado y perdonar…?

El perdón es parte esencial del mensaje de salvación que transmite la biblia, tanto en el Antiguo y Nuevo Testamento; con palabras específicas que se refieren a esa manera de proceder: perdonar, perdonado, borrar, cancelar, liberar y absolver … se refiere a Dios liberando misericordiosamente a los pecadores (todos lo somos), de nuestras faltas, fallos, errores, equivocaciones, que rompen la unidad con Él y con las demás personas (familiares, amigos, conocidos, compañeros... o a quienes afecte mi proceder).

El anhelo de Dios por perdonarnos es para que volvamos a reiniciar nuevas relaciones fraternales (de bien común); Él nos conoce y sabe como somos, que nos equivocamos, pero si lo reconocemos y nos arrepentimos, Él nos perdona y así, podemos tener una vida nueva.

La invitación es a “ser como…” es Dios, compasivos y misericordiosos, con quien nos “ofende”, perdonado, como lo hace Él … “hasta setenta veces siete” (siempre); no es fácil, pero esta es la invitación… (el evangelio del domingo pasado, Mt 18, 15-20, nos dice que podemos hacer ante la ofensa).

La liturgia, recuerda como nuestro comportamiento tiende al egoísmo … “Perdona la ofensa a tu prójimo, y así, cuando pidas perdón, se te perdonarán tus pecados”, “El que no tiene compasión de un semejante, ¿cómo pide perdón de sus pecados?”, “Cosas abominables son el rencor y la cólera; sin embargo, el pecador se aferra a ellas” ( de la primera lectura de hoy, Ec 27, 33–28, 9), y “Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni muere para sí mismo” (segunda lectura, Rom 14, 7)

Así, el Reino de Dios está entre nosotros, cuando nos relacionamos, con los demás, misericordiosa y fraternalmente entre nosotros … “¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?” (del evangelio Mt 18,33).

¿Cuándo he sentido paz y alegría, al ser perdonado por mis faltas?... ¿Cuándo he sentido paz y alegría, al perdonar a quien me ha ofendido?... ¿Cómo puedo perdonar de corazón?


Alfredo Aguilar Pelayo

alfredo@ccrrsj.org
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(esta reflexión se publica en https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP)


sábado, 9 de septiembre de 2023

XXIII Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A

 XXIII Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mt 18, 15-20) – septiembre 10, 2023

Las lecturas de hoy describen claramente la manera en que podemos ser una buenos colaboradores en la misión de Jesús, no solo anunciando la “buena noticia” que nos dió, sino poniendo en práctica las enseñanzas… para que más gente se sane, se salve y viva mejor.

Evangelio según san Mateo 18, 15-20

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo a solas. Si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él como de un pagano o de un publicano.

Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo.

Yo les aseguro también, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos''.

Reflexión:

¿Colaboro en hacer y ser comunidad?

La “buena nueva” que Jesús nos trae, revela la voluntad del Padre: que el amor fraterno reine en cada uno de nosotros, en la comunidad, para que así tengamos una vida plena (en este mundo) ... Jesús nos enseña como hacerlo posible, tenemos que colaborar con él.

El reinado de Dios lo encontramos entre nosotros, cuando hay unidad, en la familia, en la comunidad; sin embargo, nuestra naturaleza humana, nuestra debilidad y egoísmo, nos hace tomar malas decisiones, fallamos en elegir lo que es mejor para nosotros (pecado, viene del griego hamartía, fallar), y es el pecado lo que rompe la relación interpersonal, nos divide y aleja de los demás.

La “buena noticia” que hemos recibido de parte de Jesús, tiene su exigencia, porque lo que recibo, no es solo para mí, sino para que lo ponga al servicio de los demás; nos hace mensajeros y testigos del reinado del amor entre nosotros. A quien “está fallando”, hay que corregirle fraternamente (amistosamente), para que enmiende su proceder, que atenta contra la unidad; las palabras del profeta Ezequiel, se nos recuerdan el compromiso que tenemos de llamar a la cordura a los que han/ están fallando y rompen la fraternidad: “si tú lo amonestas para que deje su mal camino y él no lo deja, morirá por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida” (Ez 33, 7-9). Si alguien hace mal, mi deber de cristiano es “amonestarlo (a solas), si no rectifica, vuelve a intentar, con uno o dos testigos, si no, decírselo ante toda la comunidad” (Mt 18, 15-20).

Todos y cada uno, somos parte de la solución al caos actual: solos, no nos salvamos (aunque creamos que si), necesitamos de los demás, ellos me salvan, nosotros salvamos a los demás; es posible porque, “pues quien ama a su prójimo no le causa daño a nadie (Rom 13, 8-10)

¿A quién podría yo salvar de un mal paso?... ¿Cómo es mi participación, proactiva, para la búsqueda del bien común?... ¿Cómo puedo hacer presente, en mi comunidad, el amor fraterno de Dios?

 Alfredo Aguilar Pelayo

alfredo@ccrrsj.org
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sábado, 2 de septiembre de 2023

XXII Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A

 XXII Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mateo 16, 21-27) – septiembre 3, 2023


Hoy, las lecturas nos recuerdan lo que implica el seguimiento a Jesús, al proyecto del reinado de Dios, en nuestra vida:

Evangelio según san Mateo 16, 21-27

En aquel tiempo, comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para padecer allí mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que tenía que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.

Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole: "No lo permita Dios, Señor; eso no te puede suceder a ti". Pero Jesús se volvió a Pedro y le dijo: "¡Apártate de mí, Satanás, y no intentes hacerme tropezar en mi camino, porque tu modo de pensar no es el de Dios, ¡sino el de los hombres!"

Luego Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla?

Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces le dará a cada uno lo que merecen sus obras''.

Reflexión:

¿Realmente cómo y a dónde sigo a Jesús?

Jesús nos dice hoy, a cada uno de nosotros, como a sus discípulos, lo que le viene a consecuencia por cumplir la misión a la que lo envió su Padre, para que estemos conscientes de lo que implica ser uno de sus seguidores; pero las “consecuencias” no son el problema, hay que entender primero, a que me esta invitando a vivir, para no reaccionar como Pedro: "No lo permita Dios, Señor…”, o sea que nos sorprenda lo que dice el mismo Jesús, y queramos corregirle la plana, ¡porque no va con nuestras ideas!

Para que no nos pase como a Pedro, hay que conocer bien a Jesús y su proyecto.  En los Ejercicios Espirituales Ignacianos, se nos invita a pedir “conocimiento interno de Jesús, para más amarlo y mejor servirlo”; así, al acercarme y abrirme a Jesús, lo conoceré mejor y podré decir como Jeremías (cfr. Jer 20, 7-9), “me sedujiste, Señor, y me dejé seducir, para enamorarme de su proyecto y que sea el “fuego ardiente” en mi corazón el que me guíe para que “sepa distinguir cuál es la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, …” (Rom 12, 1-12).

De esta manera, el conocer a Jesús y su misión, será lo que me mueva, desde el corazón … lo que me presente la realidad, obstáculos, pruebas, resistencias u oprobios, será mi cruz, la cual no será pesada, ya que se por qué y para qué lo sigo; colaborando “con lo que tenga y pueda”, confiado y fortalecido por Espíritu de Dios.

Así, saliendo de “mi propio querer e interés” (EE 189) mi vida tiene sentido un sentido mayor y me lleva a hacer la voluntad de Dios, que es, hacer el bien.

¿Qué impide mi seguimiento a Jesús?... ¿Conozco cuál es la Voluntad de Dios?... ¿Cómo puedo colaborar para que “se haga su voluntad, en la tierra”?

 Alfredo Aguilar Pelayo

alfredo@ccrrsj.org
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(esta reflexión se publica en https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP)