Domingo XXXIII del Tiempo
Ordinario – Ciclo C (Lucas 20, 27-38) – 13 de noviembre de 2022
Evangelio según san Lucas 21,
5-19
En aquel tiempo, como algunos ponderaban la
solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que
lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra sobre
piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo
va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?"
Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán
usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no
les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los
domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el
fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación
contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes
terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y
terribles.
Pero antes de todo esto los perseguirán a ustedes y los apresarán; los llevarán
a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y
gobernadores, por causa mía. Con esto darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de
antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá
resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus propios padres,
hermanos, parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes y todos los odiarán
por causa mía. Sin embargo, no caerá ningún cabello de la cabeza de ustedes. Si
se mantienen firmes, conseguirán la vida".
Reflexión:
¿Cómo acaba todo esto?
Hay
que poner atención a las lecturas, como si estuvieran siendo dirigidas a cada
uno de nosotros, para reflexionar y sacar provecho: la primera lectura (Maquías
3, 19-20), en forma muy breve habla sobre el fin del mundo, y de un juicio; la
segunda lectura (2 Tesalonicenses 3, 7-12) dirigida a quienes están
desanimados; y el evangelio sobre quién poner nuestra su confianza.
El
mensaje lo podemos aplicar a como estamos viviendo actualmente, para poder aceptar
y enfrentar lo que la realidad me presenta, sobre todo ante las dificultades y
malos momentos, pero … desde la mirada de Dios, quien nos ama y desea lo
mejor para cada uno:
§
Confiando en el Señor, “brillará el sol de justicia, que les
traerá la salvación en sus rayos" (Mal 3,20)
§
Siendo
proactivos, haciendo lo que me toca, “se pongan a trabajar en paz” (2 Tes 3,12)
§
Estando
atentos, "cuídense de que nadie los engañe” (Lc 21,8)
Ya
en Jerusalén, Jesús próximo a enfrentar su muerte (final de su vida humana),
nos sigue enseñando (por eso es Maestro de Vida), como ante cualquier
situación, por adversa que sea, con lo que nos enseñado y siendo fieles a Él,
podemos salir victoriosos: “Si se mantienen firmes, conseguirán la
vida".
¿Qué dificultades, personales y sociales, estoy enfrentando en mi vida?... ¿Cómo
tener la paz y sabiduría necesarias para enfrentar la adversidad, no solo, sino
junto a los demás?... ¿Cuál es el horizonte que nos da esperanza y vida, a toda
la comunidad?
#BuenDomingo.
Próximo
miércoles, participa en los #Conversatorios por la Paz https://bit.ly/ConvesatorioXpaz
Alfredo Aguilar Pelayo
#RecursosParaVivirMejor
Publicado en El Heraldo de San Luis Potosí.
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