Alfredo-AP
Ideas, sueños, gustos, para: Ser - Saber - Servir
domingo, 27 de octubre de 2024
sábado, 25 de noviembre de 2023
Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo – Ciclo A
Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo – Ciclo A (Mt 25, 31-46) – noviembre 26, 2023
Hoy
es el último domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo A, en el que celebramos la
solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Evangelio según
san Mateo 25, 31-46
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del
hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su
trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él
apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los
cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.
Entonces
dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión
del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve
hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y
me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron,
encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán entonces: 'Señor,
¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber?
¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo
te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?' Y el rey les dirá: 'Yo les
aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos,
conmigo lo hicieron'.
Entonces
dirá también a los de su izquierda: 'Apártense de mí, malditos; vayan al fuego
eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no
me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me
hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me
visitaron'.
Entonces
ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de
forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?' Y él les
replicará: 'Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más
insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo'. Entonces irán éstos al castigo
eterno y los justos a la vida eterna".
Reflexión:
¿Reina Cristo en mi corazón?
Clausuramos el año litúrgico, en el cual hemos recordado los
misterios y predicación de Cristo, Χριστός
("ungido") quién se hizo presente en la historia, venció
la muerte y ahora reina triunfante como rey del universo, del Reino
de Dios, del Reino de los Cielos.
Para nosotros el término rey, nos puede sonar fuera de
contexto, pues nunca hemos vivido en una monarquía, donde hay un “soberano” que
gobierna y/o dirige la nación… pero, para entender lo que implica el ser rey, Jesús
mismo lo aclara al responder a las preguntas de Pilato, antes de ser
crucificado: "¿Eres tú el rey de los judíos?” …"Mi Reino no es
de este mundo” … "¿Conque tú eres rey?", Jesús le
contestó: "Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para
ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz".
(cfr. Jn 18, 33-37). Aún así, Pilato mandó poner en la cruz el rótulo en
latín, INRI, Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum,
la cual se traduce al español como: «Jesús de Nazaret, rey de los judíos».
Jesús es rey-soberano del amor, la justicia, la
misericordia, del bien y la verdad; es rey-salvador: “Buscaré a la
oveja perdida y haré volver a la descarriada; curaré a la herida, robusteceré a
la débil, y a la que está gorda y fuerte, la cuidaré. Yo las apacentaré con
justicia” (Ez 34,15-17); es rey-servidor, porque vino a dar su vida
por nosotros, haciéndose servidor y esclavo de todos: curó a los enfermos,
atendió a los pobres, defendió a los inocentes; es rey-maestro, nos
enseñó a hacer el bien, a amarnos y ser compasivos.
Escuchar a Jesús, “poner en práctica” su Palabra, ayudando/
echando una mano, a los más necesitados, a los que sufren carencias de lo
básico para vivir, a los migrantes, a los privados de libertad, … nos hace partícipes
de su reino, nos hace “imagen y semejanza” de Cristo Rey …y entonces,
cuando nos veamos cara a cara con Él, nos dirá: 'Vengan, benditos de mi
Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del
mundo’.
¿Cómo
puedo ser de verdad solidario, con los pobres y excluidos?... ¿Quién en mi
colonia, en mi ciudad, tiene necesidad?... ¿Cómo puedo ayudarlos, material y
espiritualmente?
Columna publicada en: https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP
domingo, 19 de noviembre de 2023
XXXIII Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A
XXXIII Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mt 25, 14-15.19-21) – noviembre 19, 2023
El
este penúltimo domingo del ciclo litúrgico A, el evangelio continúa con otra
parábola más para describir el Reino de los cielos…
Evangelio según
san Mateo 25, 14-16.19-21
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los
cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras
lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le
dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de
cada uno, y luego se fue.
Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus
servidores. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros
cinco, diciendo: 'Señor, cinco talentos me dejaste; aquí tienes otros cinco,
que con ellos he ganado'. Su señor le dijo: 'Te felicito, siervo bueno y fiel.
Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho
valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor'.
Reflexión:
¿Cómo hago fructificar mis talentos?
Dios
nos ha dotado a cada uno de nosotros con ciertos dones, características,
habilidades y recursos (no todos hemos recibido los mismos)… los “talentos”
con los que me creo Dios, tengo que reconocerlos, desarrollarlos y ponerlos a
trabajar, para que no se desperdicien, tanto para mí, como para al servicio de
la comunidad, ya que si bien, los dones son míos, pero no exclusivamente para
mí.
La Parábola nos
presenta una enseñanza profunda sobre la responsabilidad, la administración y
la fiabilidad. La lección sigue siendo relevante en la actualidad:
1.
Distribución de Talentos: Dios nos
confía diferentes cantidades de talentos; algunos reciben más, otros menos.
Esto refleja la diversidad de habilidades y oportunidades que todos tenemos en
la vida.
2.
Responsabilidad y Acción: los
talentos no son para guardaron pasivamente; en lugar de eso, hay que pulirlos y multiplicarlos, debemos
utilizarlos para el bien común y no simplemente conservarlos (egoístamente).
3.
Capacidad y Fidelidad: el Señor
elogia a quienes multiplican sus talentos. No se trata solo de la cantidad,
sino de la generosidad y
diligencia en su uso. En nuestra época, esto nos llama a ser
responsables con nuestras habilidades y oportunidades.
4.
Recompensa y Gozo: la
recompensa a los siervos fieles con más responsabilidades y les dice: “Bien,
buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en
el gozo de tu Señor”. Esto nos recuerda que nuestras acciones tienen
consecuencias y que la fidelidad trae recompensas.
En resumen, la parábola es recordatorio
atemporal de que cada uno de nosotros tiene un papel importante en la
construcción de un mundo mejor, nos desafía a usar sabiamente nuestros talentos y
recursos, para ser “imagen y semejanza” de Jesús, del Padre, cuyo
deseo es que todos vivamos en justicia, fraternidad y paz.
¿Qué
talentos tengo, y no uso?... ¿Cómo pulir y desarrollar mis dones?... ¿Cómo puedo
ponerlos al servicio de la comunidad, del bien común?...
PD.
En este tercer domingo de mes, seguimos unidos como iglesia
(pueblo de Dios), con la Jornada de Oración por la PAZ, para que nos
impulse a ser artesanos de paz, desde nuestra familia, colonia,
ciudad y Estado, y alcanzarla en todo México.
sábado, 11 de noviembre de 2023
XXXII Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A
XXXII Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mt 23, 1-13) – noviembre 12, 2023
El
evangelio nos presenta, a través de una parábola, como podemos ser parte del
Reino de los cielos, o sea, ser plenos y felices, ahora y cuando llegue el
tiempo de dejar esta viva terrenal …
Evangelio según
san Mateo 25, 1-13
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los
cielos es semejante a diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al
encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las
descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de
nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto
con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A
medianoche se oyó un grito: '¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!' Se
levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus
lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: 'Dennos un poco de su
aceite, porque nuestras lámparas se están apagando'. Las previsoras les
contestaron: 'No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan
mejor a donde lo venden y cómprenlo'.
Mientras
aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron
con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras
jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos'. Pero él les respondió: 'Yo les
aseguro que no las conozco'.
Estén pues,
preparados, porque no saben ni el día ni la hora''.
Reflexión:
¿Cómo me preparo cada día?
Las
lecturas de la liturgia me hicieron recordar el proverbio chino: "Qué
curioso es el hombre, nacer no pide, vivir no sabe, morir no quiere",
porque justo el mensaje que Jesús nos quiere enseñar es, saber cómo vivir cada
día, hasta que llegue el tiempo de morir. Me explico: “normalmente” no
pensamos que vayamos a morir (evadimos el tema), especialmente de
jóvenes y adultos; estamos tan ocupados en tantas cosas, que ni tiempo de
considerar el tema. Que lo evada, no implica que vaya a suceder, o sea, que no vayamos
a morir; por lo que hoy, si prestamos atención a Jesús, nos recuerda que:
§
cada
uno debemos prepararnos,
§
la luz
de su Espíritu, nos da la sabiduría necesaria para ello,
§
es
una labor diaria …
La
sabiduría, actuar con
sensatez, prudencia o acierto, la buscamos y vamos adquiriendo cada día, “la
contemplan quienes la aman y ella se deja encontrar por quienes la buscan y se
anticipa a darse a conocer a los que la desean” (Sab 6, 12-16)
Para prepararme, por ejemplo, Ignacio de
Loyola nos propone el examen diario, con el cual reviso cada jornada:
§
pido luz, para ver con sus ojos,
como fue mi día,
§
agradezco lo vivido, tanto lo bueno,
como no tanto,
§
descubro los momentos cuando,
o
estuvo Dios presente, para reforzarlos
e impúlsalos…
o
algo estuvo mal (por
errores o equivocaciones), para corregir, enmendar…
§
miro hacia adelante, para mañana,
estar sintonizado con Dios, en todas y cada una de mis acciones.
Cada día, disfrutando, agradeciendo, mejorando
y compartiendo fraternalmente (de lo que tengo y puedo) con los demás, para que
también ellos se vayan preparado y disfruten esta vida terrena; así podremos
disfrutar la vida, prepararnos cada día, y al final de nustro tiempo, poder “ir
al encuentro del Señor, para estar siempre con Él” (cfr.1 tes 4, 13-18)
¿Qué
me impide hoy, gozar la vida?... ¿Cómo vivir en la confianza de que Dios solo
desea mi bien, para ésta y la vida futura?... ¿Cómo poder contribuir a que los
demás tengan una vida, que valga la pena vivir?
sábado, 4 de noviembre de 2023
XXXI Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A
XXXI Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mt 23, 1_12) – noviembre 5, 2023
En
el evangelio de hoy, nos presenta dos caminos que podemos escoger para nuestra
vida…
Evangelio según
san Mateo 23, 1-12
En
aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la
cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo
que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra.
Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas
de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para
que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les
agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en
las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame
'maestros'.
Ustedes,
en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque no tienen más que un
Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen
'padre', porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen
llamar 'guías', porque el 'guía' de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor
de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el
que se humilla será enaltecido".
Reflexión:
¿A quién sigo como maestro?
En
su predicación, Jesús presenta estas dos maneras andar por la vida, por una
parte, la manera como se comportan los escribas y fariseos o nosotros,
que nos da por creernos superiores a los demás, decirles qué y cómo vivir; en
otras ocasiones, los que ostentan “poder”, nos imponen una determinada manera
de vivir, a través de leyes y doctrinas. La actitud hipócrita que hoy
destaca Jesús, de la cual debemos cuidarnos porque:
§
cuando
engañamos, “predicando” lo que nosotros mismos “no hacemos”, es
para afianzarnos en nuestro beneficio personal, a través del poder y el control
sobre la gente, dejando de lado el bien-estar de la gente.
§
solo
satisfacemos nuestro egoísmo, llenándonos de soberbia, para
sentirnos superiores a los demás...
Por
otro lado, Jesús con mucha claridad nos llama a:
§
la humidad
y confianza en el Padre,
§
dejarnos
guiar por Él, el “ungido” (cuyo significado es Χριστός = Cristo /
del hebreo משיח = Mesías),
§
que
nos muestra (maestro) su buena noticia, para el bien de la persona
humana, su crecimiento y plenitud,
§
y
poder vivir fraternalmente con los demás,
§
a
través del servicio a favor de los hermanos…
Imagina
por un momento que, reconociéndonos con hijos de un mismo Padre, pudiéramos
vivir sin conflictos, en paz, con lo necesario, sin tener que cuidarnos de los
otros (y ellos nosotros, de mi), con relaciones justas… al vivir así, según nos
enseña Jesús, podremos decir como San Pablo, “Ahora damos gracias a Dios
continuamente, porque al recibir ustedes la palabra que les hemos predicado, la
aceptaron, no como palabra humana, sino como lo que realmente es: palabra de
Dios, que sigue actuando en ustedes, los creyentes” (1 Tes 2, 7-9.13)
¿Me reconozco hijo de un mismo Dios-Padre?...
¿Cómo sería la vida, si nos tratáramos fraternalmente?... ¿Cómo servir a los
demás miembros de la comunidad?
sábado, 28 de octubre de 2023
XXX Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A
XXX Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mt 22, 34-40) – octubre 22, 2029
Continuamos
este domingo, viendo como los fariseos, insisten en provocar a Jesús:
Evangelio según
san Mateo 22, 34-40
Reflexión:
¿Qué es lo más importante para la vida?
Nosotros,
individual y socialmente, al igual que fariseos y saduceos, tratamos de
justificarnos, para no hacer caso a Jesús; pareciera que él es un “enemigo”
al que hay que vencer, ya que
estorba para nuestros fines. Nos cerramos, de mente y corazón, no
aceptamos que, lo que él quiere para nosotros es que seamos personas plenas
y felices, ya desde ahora en la tierra y después en la vida eterna.
Para
los judíos, lo que guiaba su manera de vivir era “La Ley”, los 613 preceptos
de la Torá, sacados del Pentateuco (los cinco primeros libros de la biblia) y
los 10 Mandamientos de Moisés. Para atraparlo y poder deshacerse de Jesús, ya no les quedaba de otra,
más que hacerlo caer frente a la Ley, y así desacreditarlo, ya que, por no cumplirla
los hacía a la gente impura (pecadora).
Los
fariseos (y todos los judíos) creían que cumplir la ley “los salvaba”, pero olvidaban
que la ley fue dada para lograr la fraternidad entre la gente, quienes no
sabiendo ser libres, tenían que apoyarse en ella para poder lograr una “sana
convivencia” y “justicia” en las relaciones interpersonales … “No hagas
sufrir ni oprimas al extranjero”, “No explotes a las viudas ni a los
huérfanos”, “Cuando prestes dinero … no te portes con él como
usurero”, “Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, devuélveselo”
(cfr. Ex 22, 20-26)
Ante
la pregunta tramposa, para hacer prevalecer nuestras ideas (nuestra ley),
la Buena Nueva de Jesús, sigue siendo válida, hoy como ayer; nos dice
como poder ser plenos y felices, nos libera para poder pasar de “cumplir”
a “amar”, del “sacrificio” a la “misericordia”,
del “me salvo” a “nos salvamos” , por eso lo más
importante es “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu
alma y con toda tu mente … Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Lo
cual significa que:
§ El amor, nos libera, para amar…
§ Si amo a Dios, amo al prójimo
… amando al prójimo, amo a Dios.
§ Si me amo a mí mismo, amo
a los demás y amo Dios…
En
palabras de San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”.
¿Cómo
demostrar mi amor a Dios?... ¿Cómo demostrar mi amor al prójimo?... ¿Cómo amarme
a mí mismo?
sábado, 21 de octubre de 2023
XXIX Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A
XXIX Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mt 22, 15-21) – octubre 22, 2023
Continuamos
este domingo, viendo como los fariseos, para poder justificar su rechazo
a las invitaciones de Jesús, lo cuestionan…
Evangelio según
san Mateo 22, 1-14
En
aquel tiempo, se reunieron los fariseos para ver la manera de hacer caer a
Jesús, con preguntas insidiosas, en algo de que pudieran acusarlo.
Le
enviaron, pues, a algunos de sus secuaces, junto con algunos del partido de
Herodes, para que le dijeran: "Maestro, sabemos que eres sincero y enseñas
con verdad el camino de Dios, y que nada te arredra, porque no buscas el favor
de nadie. Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César?"
Conociendo
Jesús la malicia de sus intenciones, les contestó: "Hipócritas, ¿por qué
tratan de sorprenderme? Enséñenme la moneda del tributo". Ellos le
presentaron una moneda. Jesús les preguntó: "¿De quién es esta imagen y
esta inscripción?" Le respondieron: "Del César". Y Jesús
concluyó: "Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de
Dios".
Reflexión:
¿Con quién quiero quedar bien?
Los
fariseos intentan poner a Jesús entre la espada y la pared, para que con lo que
conteste, tener una oportunidad de deshacerse de él; con la pregunta ¿Es
lícito o no pagar el tributo al César? le tienden una trampa:
·
Si dice
si, reconocería al César como superior, a su Padre…
·
Sí
dice que no, está en contra del César, del Estado, y lo acusarían de no pagar
impuestos, y los romanos se encargarían de él, ya que hay que pagar impuestos,
sí o sí.
Apunte
al margen: al trabajar,
de las ganancias, una parte es para los “impuestos”, con la esperanza que se
usen para el bien común; es nuestra contribución para colaborar con la
sociedad.
Jesús,
hoy también nos dice a cada uno: "Den, pues, al César lo que es del
César, y a Dios lo que es de Dios"… o sea, por una parte, hay que
colaborar para ese bien social, y por el otro lado, lo más importante es, “darle
a Dios, lo que es de Dios”, de esta manera: hay que reconocerlo,
darle su lugar a Dios y colaborar con Él, para que su reinado de amor se haga
presente en nuestra vida y en la comunidad. San Ignacio de Loyola, lo dice en
su Principio y Fundamento: “el hombre (y la mujer), son creados para alabar,
reverenciar y servir al Señor, y con ello salvar su alma” … Somos creaturas,
a imagen y semejanza de Dios: podemos amar y hacer el bien, como
Él; si lo hacemos, estaremos reflejando ese amor con el que nos creó y con ello
haciendo presente el reinado de su amor.
La
lección de este Evangelio es:
§ somos sus creaturas amadas, llenos de
dones de su parte, y poniéndolos a su servicio, nos hacemos mejores personas…
§ poner nuestra mirada y elecciones, en lo
que más gloria de a Dios, nos salva y transforma en personas plenas
y felices…
§ las cosas son medios (no
fines), para alcanzar lo anterior…
§ desde nuestra libertad, podremos decir, como Santa Teresa: "vuestra soy, para vis nací, que msndáis hacer de mí".
¿Cómo
evitar “utilizar” a las personas, como si fueran cosas?... ¿Cómo evitar
manipular y/o adueñarme de personas?... ¿Cómo decirle “fuera de Ti, Señor, ¿no
hay otro”?
Alfredo Aguilar Pelayo
(esta reflexión se publica en https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP)